San Salvador, 11 de diciembre de 2010
Todo sistema educativo tiene su perfil del docente. El sistema de educación salvadoreño trabaja con jornadas de capacitación para sus docentes, las cuales versan sobre las diferentes formas en que ha de atenderse a los estudiantes, desarrollar las diferentes áreas del conocimiento, su evaluación y su desarrollo profesional.
Si las competencias que ha de alcanzar un estudiante son para resolver situaciones difíciles y complejas en su sociedad, el docente también ha de adquirirlas, empoderarse y desarrollarlas para atender a una diversidad de población estudiantil y con diferentes grados de conocimientos.
El postgrado en Ciencias Sociales en su inicio, fue una oportunidad para aquellos docentes que deseaban superarse teóricamente y aplicar, lo que irían aprendido, en sus clases.
También era una oportunidad para aquellos docentes que, por diversas situaciones, tenían que impartir la asignatura de Estudios Sociales, aún no siendo ellos especialistas de origen. He aquí el reto de la formación del postgrado. Brindar cierta capacitación en aquellas áreas académicas que pudiesen ser mucho más sensibles sin la debida formación académica.
Muchos de los maestros aquí presentes, están satisfechos por la oportunidad de formarse y enriquecer una especialidad que estará de acuerdo a su labor educativa diaria.
El Postgrado es una de las buenas decisiones que ha tomado el MINED a través del programa de Especialización que responde a necesidades de formación docente y en coherencia con el Plan Social Educativo 2009-2014, especialmente en la línea estratégica de Dignificación del Magisterio y Desarrollo Profesional.
¿Qué competencias básicas tiene que tener un docente para poder conducir procesos de enseñanza-aprendizaje de calidad en el siglo XXI? ¿Cuáles son sus retos?
La CEPAL, prioriza los siguientes elementos:
· Formar competencias para participar en la vida pública, para desenvolverse productivamente en la vida moderna y en la construcción de las bases de la educación permanente.
· Impulsar la innovación mediante la adopción de medidas para establecer relaciones entre la enseñanza, la ciencia y la tecnología, y para incentivar la innovación en las prácticas de trabajo.
El Informe de la Comisión Internacional de la Educación para el Siglo XXI (1996), define como uno de los objetivos centrales para la educación del futuro el “aprender a aprender”. Esto supone nuevas formas de enseñar y aprender habilidades y valores.
Este nuevo enfoque supone que “los docentes actuarán como guías, como modelos, como puntos de referencia en el proceso de aprendizaje”. (Tedesco, J.C. 1998).
Como estudiantes del postgrado en Estudios Sociales comprendemos que el educador ya no es el único poseedor de los conocimientos y el responsable exclusivo de su transmisión y generación, sino que debemos asumir la función de dinamizadores de la incorporación de contenidos, por lo que es conveniente que adquiramos una cultura general y estar al día con las novedades nacionales e internacionales, para poderlas analizar con los estudiantes.
El docente de Estudios Sociales ha de poseer competencias, ha de tener la capacidad de “hacer con saber” y ha de ser consciente de las consecuencias de ese quehacer pedagógico.
Por eso, en este Postgrado, se nos prepara para mejorar nuestras competencias, actualizar nuestros conocimientos, las metodologías didácticas y las responsabilidades sociales que hemos de asumir con nuestra sociedad.
Como docentes hemos de tener como reto, el dominio de las siguientes competencias:
· Construir los nuevos conocimientos a través de la experiencia del educando. Esto se logra partiendo del diagnóstico que se realiza en cada nuevo contenido.
· Identificar las limitantes y obstáculos que se presentan en la ejecución de cada una de las actividades educativas, tanto dentro del aula como fuera de ella.
· Conocer el contexto en que se desenvuelven los estudiantes.
· Seleccionar diferentes estrategias metodológicas para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
· Actitud democrática, haciendo uso de la plena libertad, la responsabilidad y el respeto por la diversidad de alumnos que atendemos.
· Dominio de principios éticos, morales y cívicos, expresados diariamente en el quehacer educativo, tanto dentro como fuera de la institución educativa.
· Sólida formación pedagógica, científica y de acuerdo a la especialidad. Ser autodidacta y lector asiduo.
· Amplia formación cultural
· Capacidad de innovar y practicar la creatividad en el aula.
· Orientar y dar sentido crítico a las problemáticas de nuestras comunidades, regiones o país.
· Habilidad en el uso de tecnología de la información y de la comunicación, específicamente para el área educativa. Como el uso de la plataforma en el postgrado sino en cada una de nuestras instituciones educativas.
· Manejo de estrategias diversas de evaluación de los aprendizajes.
· Habilidad para comunicarse oralmente y por escrito.
La UNESCO, en su “Declaración Mundial sobre la Educación Superior para el siglo XXI: Visión y Acción” (1999), indicó que es indispensable establecer directrices claras sobre la profesionalización de los docentes, que tienen como obligación ocuparse sobre todo, hoy en día, de enseñar a sus alumnos a aprender y a tomar iniciativas. En el mismo, se enfatiza la urgencia de tomarse medidas adecuadas en materia de investigación, así como la actuación y mejora de sus competencias pedagógicas mediante programas adecuados de formación continua que estimulen la innovación permanente en los planes de estudio y en los métodos de enseñanza-aprendizaje, pugnando porque el docente en sí mismo sea capaz de comprender y desarrollar los cuatro pilares de la educación en la era actual: Saber conocer, saber hacer, saber ser y saber aprender.
El postgrado viene a hacer realidad una parte de esos retos internacionales y que cada uno de nosotros sabemos que han sido nuestros propios retos también.
Proyecciones:
El docente, con la nueva formación en el postgrado, hemos de hacer de cada clase, una experiencia de aprendizaje agradable a los intereses de los grupos diversos de alumnos.
Hemos de convertirnos en un orientador, en una ayuda para el alumno a la hora de decidir cuál es el mejor camino para la consecución de los objetivos educativos propuestos.
Por eso hemos de tener los siguientes roles:
1. Rol de Facilitador. Cuando creamos y facilitamos materiales instruccionales y acciones didácticas para que los estudiantes se involucren activamente en sus procesos de adquisición de conocimientos y aprendan tanto como fuere posible por sus propios medios y esfuerzos intelectuales.
2. Rol de Tutor. Cuando somos profesores que guiemos, orientemos, motivemos y asesoremos a los estudiantes en el encuentro con sus nuevos conocimientos.
3. Rol de Mediador de Tecnología. Cuando utilicemos recursos tecnológicos y medios comunicacionales electrónicos como herramientas para promover el aprendizaje independiente.
Con el postgrado, los docentes estamos pasando por un proceso de formación, en el cual somos conscientes de la necesidad de la propia formación académica y pedagógica. Así como también de la formación para atender a la diversidad de alumnos.
Con la primera inducción formativa, no basta. Es necesario que continuamente nos estemos actualizando en las diferentes formas de trabajo con los estudiantes.
Hemos de desarrollar estrategias metodológicas que engrandezcan la asimilación de todo un desarrollo curricular.
Como docentes hemos de buscar respuestas a necesidades, inquietudes e intereses de los estudiantes.
Compañeros maestros:
Tratemos de formarnos y de hacer realidad la teoría pedagógica, científica y social
Acortemos la distancia entre la teoría y la práctica, entre la ignorancia y el conocimiento.
Esforcémonos por atender con calidad a los sectores de nuestra sociedad que más lo necesitan.
No bastan sólo los conocimientos teóricos, necesitamos de herramientas para el apoyo pedagógico en el aula, como la tecnología. Así que pedimos a las autoridades pertinentes: equipos tecnológicos actualizados para cada uno de los docentes y la liberación de la señal de INTERNET en todo El Salvador, de esta manera, todos tendríamos acceso equitativo a la libertad de información y de comunicación.
Hay que seguir luchando y formándonos para la obtención de mejores herramientas pedagógicas para atender a nuestra población.
Muchas gracias.
